El mesero la mira y no puede evitar ser un poco coqueto, sobre todo cuando ella pide una sangría, la que cataloga como un pequeño vicio casual. "Una de las tantas cosas buenas en realidad", alcanza a rebatir el mozo antes de ir por los platos a la cocina: un exquisito pollo con verduras y una pizza que termina con un bavarois de frutilla.
-¿Cuál es tu relación con la comida?
-Me encanta. La comida en sí misma y el acto social que significa. Salir con amigos. Es un buen panorama invitar y que me inviten.
-¿Y para cocinar cómo eres?
-Buena, pero soy mejor pinche de cocina, ayudante. Para estar con cosas que se demoran no, pero sí soy buena para hacer ensaladas, pastas frías, arrocito, atender bien y tener linda la mesa. El rito de la comida me gusta. Las servilletitas amarrarlas con hilitos, agasajar a los invitados. Si llegan cuatro personas a mi casa, igual les cocino. Me las arreglo con potitos de alcachofa y unas papitas, aunque igual me tienen que avisar antes. Es que nunca abro la puerta y me encanta la soledad. Por ejemplo, los domingo me despierto tarde. Como a la una me hago un almuerzo-desayuno y veo tele, computador y películas, aunque soy de cocina rápida por el trabajo.
-¿La vida personal se corta mucho con la pega?
-Lógico. Por ejemplo, invitar a comer y todo es una energía extra, aunque me gusta cocinarle a mi familia.
-¿Y cuando quieres conquistar a un chico, le cocinas?
-No lo invito a comer, pero sí salgo. Si tienes que conquistarlo es que no lo conoces tanto y si es así, invitarlo a la casa no me gusta. La casa es un lugar muy íntimo. Yo, en general, invito poco.
-Nunca hablas de la parte amorosa en tu vida.
-Porque no me gusta. Me parece que cuando haces una pega pública, lo que te queda a ti de ti mismo es poco. Quedas súper expuesto. Cuando era más chica hablaba de mi vida y mis amores, pero ahora encuentro que al hacerlo quedas absolutamente en pelotas y no hay nada para ti. Me siento orgullosa de conservar eso.
-Ahora llegaste muy linda con ese vestido floreado. Te ves como llena de amor por todos lados.
-En general sí. Esté con pareja o sin ella. Soy agradecida de la vida. Soy muy feliz y aunque a veces tengo dolores, creo que la vida es la raja. He pasado por cosas súper heavy, pero vivir es un placer enorme. Pelear me duele en general y me deja achacada, aunque no soy de peleas. Me cuesta discutir. Cuando reviento, eso sí, me enojo, y se me pone rojo el cuello. Me pico con cosas estúpidas, me gusta ganar. La gente que me conoce se ríe. Me gusta querer mucho, pero no hablo de eso en los medios
-Liguemos entonces la intimidad a la comida
-Bueno, mi familia se fue a vivir a Italia y las pastas de mi abuela son muy buenas: el canelón, la lasaña, las albóndigas con salsa. Mi mamá se va enojar no cocina mucho, pero su especialidad es el arroz. Hace el mejor arroz de la tierra. Con apio y lechuga.
-¿Y tu papá cocina?
-Mmmm. No, no mucho se calla Javiera. Por segundos mira a la nada y responde. Yo no tengo mucha relación con la familia de mi papá ni con mi papá. Nunca he vivido con él... Creo que él no se especializa en cocinar. No tenemos una relación muy... Yo me crié con mi mamá. No somos de vernos mucho con mi familia.
-¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
-Estoy con mi productora. Estamos trabajando en "Sal", un western moderno. También estamos viendo proyectos con Mega; uno de ficción y otro de entretenimiento. Lo más probable es que se venga La Liga 2009.
LANACION.CL